Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
14 De igual manera, a lo largo de la historia cada Estado ha reaccionado de un modo diverso frente a las conductas antisociales de sus integrantes, los correctivos aplicados por el poder para reconducir los comportamientos desordenados se han traducido en sanciones, exposición pública, trabajos forzados, expatriación, entre otras; hasta llegar en su fase moderna, el aislamiento del delincuente en establecimientos específicos destinados a su custodia. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, el sistema de régimen progresivo contempla la reducción de intensidad de la pena desde la reclusión hasta la libertad condicional, haciendo depender estos beneficios del comportamiento del penado, valorando su trabajo y conducta progresivamente, hasta lograr la liberación definitiva. El nuevo sistema penitenciario denominado régimen progresivo, atribuye su origen al Capitán Maconochie, el sistema ideado por él, consistía en medir la duración de la pena por una suma de trabajo y buena conducta. La libertad del penado dependía del número de marcas o boletas, proporcionales a la gravedad del delito y la pena impuesta que debería obtener mediante su trabajo y buen comportamiento. En general, el sistema progresivo, en sus diversas modalidades adquirió un considerable renombre en el contexto de la Ciencia Penitenciaria en el siglo XX. Sin embargo, ha sido criticado pues se cuestiona con énfasis la concentración de la disciplina, ya que el sistema descansa esencialmente sobre el concepto de retribución y en la negación de la propia personalidad, donde la motivación por la buena conducta puede llegar a ser solo una apariencia falsa, puesto que los intereses de los recluidos pueden ser otros (García, s.f.). Figura 06: Establecimiento penitenciario Attica Régimen Progresivo (1930) Fuente: https://upload.wikimedia.org/Attic_New_York_Correctional.jpg
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