Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

91 ANEXO 05: Testimonio de un recluso del Centro de Rehabilitación Santa Cruz Palmasola Me llamó W.J., la convivencia que tenemos en este lugar es armoniosa en igualdad de condiciones, nos ayudamos unos a otros, porque todos estamos en desgracia. La celda que me dieron cuando me trajeron aquí fue gratis y comparto con otros, vivo en la Iglesia, de día se levantan las camas y se limpia la iglesia, porque ahí también trabajamos y se hace el culto cuando viene el pastor y hacemos estudio bíblico. Con relación al acceso a la salud, más que todo hace falta medicamentos, porque el médico cuando nos enfermamos se lo llama y viene. El CEA y otro programa ha ingresado y nos imparten enseñanza técnica en artesanía y hacemos trabajo de tejido de hamacas, gorras y en cuero, pero nos falta material y el ingreso es muy difícil, tienen que pagar a la policía para ingresar sus materiales. La verdad desconozco cuál será el procedimiento para elegir a los delegados, porque el representante hace tiempo que está aquí, pero es muy bueno. La relación con mi familia se mantiene, con mi esposa e hijos, también un hermano y mi madre, vienen a visitarme felizmente. Con relación a las instituciones del Estado no se siente su presencia, ya que la poca ayuda que tenemos es de nuestras familias y personas particulares de buen corazón, tampoco de la Gobernación o la Alcaldía, no hay presencia de autoridades, todo lo que hay en ese lugar es hecho por los propios internos y las gestiones que realizamos, de lo contrario no habría nada, porque el Estado no nos brinda ninguna terapia ocupacional. Solamente recibimos ayuda de personas civiles, así como empresas privadas u organizaciones religiosas, para ello se tiene que mandar cartas. Con relación a los procesos hay mucho retraso, en mi caso mi abogado es quién sabe la situación.

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