Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

80 Edson Mahfuz (citado en Chugar, 2012) analiza la tipología en dos aspectos: la clasificación por tipos formales como una tipología independiente que encarna un método crítico para el análisis y comparación de fenómenos arquitectónicos, y la clasificación por tipos funcionales, como una tipología aplicada que corrobora el análisis de los fenómenos que componen el conjunto estableciendo en un sentido dialéctico, una relación entre la construcción y la forma urbana. Por otro lado, Selenne Cruz (citada en Chugar, 2012) afirma que, en el estudio tipológico es posible conocer las características relevantes y distinguibles de los objetos arquitectónicos reales, a través de la representación gráfica, diseñada de acuerdo con reglas abstractas y normas técnicas, que ayudan a diferenciar un proyecto de otro. Así, la representación gráfica es una herramienta para reproducir la recolección de tipologías de edificios, proporcionando la configuración espacial como referencia para el análisis de las diferentes edificaciones que incorporaron los principios modernistas en el eje central de Bolivia. Miriam Chugar (2012) deduce que la tipología es un método basado en el análisis crítico racional de las configuraciones, que permite determinar un concepto descriptivo de diseño arquitectónico. Por otro lado, como estructura sujeta a transformaciones también permite clasificar y analizar objetos arquitectónicos reales desde su origen, a cualquier nivel cognitivo, considerando al espacio como un espacio cambiante. Ernesto Puppo (citado en Chugar, 2012) añade que los espacios están limitados por elementos verticales y horizontales, que configuran formas, según las necesidades de los usuarios. Teniendo en cuenta que los espacios son lugares conformados por elementos materiales, el espacio en las obras es aquel cuya forma está delimitada por elementos artificiales (paredes, cubiertas, etc.) que está en constante cambio. 3.2 Incorporación de los principios modernistas en Bolivia Las visitas de Le Corbusier a América Latina en 1929 y la llegada de la primera generación de arquitectos formados en el exterior en 1940, determinaron el punto de partida de una influencia de impacto arquitectónico y urbanístico, vinculada estrechamente a la idea funcional, estética, tecnológica y urbana con un carácter esencialmente europeo. En Bolivia la realidad del pensamiento moderno se plantea de forma diferente, aunque muy influenciado por las consecuencias de la modernización en el contexto latinoamericano y por el pensamiento y discurso europeo respecto al nuevo rol y destino de la arquitectura (Aramayo; Limpias 2001; 2016).