Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
36 Según Kenneth Frampton (1993), cuando afirmó, que la ‘casa es una máquina de habitar’, Le Corbusier no solo proclamó un principio estético, como reconoció, en su admiración por la ingeniería y la integración indispensable de los sistemas de la construcción moderna. Durante la década de 1920, el arquitecto proyecto una serie de residencias unifamiliares para clientes que, al igual que él, entendían que la habitación moderna debía ser una machine à habiter . Sus estudios sobre las estructuras independientes de pilares lo llevaron a formular, en 1927, sus postulados (Frampton, 1993; Vujnovic, 2008). Le Corbusier define en cinco puntos sus postulados, a pesar de ser considerado un arquitecto funcionalista, cuatro de estos postulados son enfocados en la forma y la estética: 1. La planta vacía: la primera planta del edificio no contiene ningún espacio más que un acceso. Así, el espacio funcional del mismo queda suspendido en un segundo nivel y el jardín penetra hasta la planta baja de la edificación. 2. La quinta fachada: las azoteas son vistas por Le Corbusier como un espacio desperdiciado, pero potencialmente aprovechable. Así, él sugiere que se dé un uso a estos espacios, ya sea como jardín o como lugar de descanso. 3. La planta libre: aprovechando las virtudes del concreto armado, que hace innecesarios los muros portantes, se desplaza el peso de la edificación a una serie de columnas perimetrales. De esta forma, se mejora el aprovechamiento funcional y de superficies útiles, liberando a la planta de condicionantes estructurales. 4. La ventana longitudinal: por el mismo motivo del punto anterior, también los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior. 5. La fachada libre: complementario del punto interior, los pilares se retrasan respecto de la fachada, liberando a ésta de su función estructural. (De la Rosa, 2012, p.46) Estos puntos orientaron de modo parcial la concepción de las primeras casas proyectadas por Le Corbusier, siendo materializados completamente en el conjunto habitacional Weissenhof en 1927 y en la Villa Savoye en 1928, localizada en Poissy, en la región de París. Estas dos obras representan el andar principal sobre pilotes siendo separados del suelo; la planta baja libre sin ninguna subordinación de estructura y como consecuencia fachada libre; la utilización de ventanales horizontales para la entrada de la iluminación natural; y la disposición de las terrazas ajardinadas de modo que permitan la vida al aire libre (Vujnovic, 2008).
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