Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

16 Durante la primera mitad del siglo XX la arquitectura moderna supuso una ruptura con la arquitectura clásica, creando un nuevo estilo arquitectónico; el pensamiento: “la forma sigue a la función” (De La Rosa, 2012, p.42) de Henri Sullivan, se convierte en el eje central de esta corriente, esto supone el nacimiento de una nueva forma de hacer arquitectura, buscando soluciones siempre distintas, actuando de manera diferente a otros estilos y corrientes que ofrecían soluciones ya pensadas, empleando los nuevos materiales que proporcionaban la capacidad de nuevas formas de proyectar en arquitectura. De este modo, la arquitectura moderna surgió al representar la destrucción de la antigua forma de inspiración, rompiendo con la cultura mimética e historicista, siendo vetado el uso de simbología explicita del pasado, con aceptación solamente de referencias históricas sutiles, dando lugar al desenvolvimiento tecnológico, científico e industrial (De La Rosa, 2012; Martínez, 2015; Mas, 2007; Sánchez, 1998). Por tanto, los arquitectos modernos europeos se manifestaban, por medio de la simplificación de las composiciones visuales, la abstracción geométrica y el uso de colores primarios. Así, estos principios constituirían los puntos centrales del lenguaje arquitectónico representado por el movimiento moderno, de modo que se obtenga equilibrio y regularidad en el conjunto proyectado (Miranda 2018; Vujnovic, 2008). Según Leonardo Benévolo (1963), de cierto modo fueron los ingenieros los responsables de la introducción de la arquitectura en el movimiento moderno, con la aparición de los nuevos materiales que posibilitaron la creación de formas inéditas como lo son las construcciones del Palacio de Cristal en Londres, los aranceles de Chicago, la Galería de las Máquinas en la exposición de París en 1889, y la Torre Eiffel también en París, estos edificios fueron los que rompieron con la arquitectura del siglo XIX y anunciaron la del siglo XX. La arquitectura del movimiento Moderno supuso un nuevo estilo perfectamente diferenciable de los anteriores, en los cuales se distinguen: el espacio del lugar, la estructura mecánica del cerramiento, la masa continua del volumen envolvente, la integración de los espacios exteriores e interiores, los espacios abiertos y cerrados, los espacios techados e hipetros 2 , las dimensiones espacio-temporales y lo materiales en su estado más puro. Entre Otras características del movimiento moderno fueron el desnudo estructural, la transparencia y la flexibilidad funcional (Miranda, 2018). 2 Hipetro. “Edificio o sala que no tiene cubierta: templo hipetro.” (RAE, s.f.)

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