Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

183 1. INTRODUCCIÓN El movimiento moderno define la primera mitad del siglo XX, supuso una ruptura con la arquitectura clásica, creando un nuevo estilo arquitectónico; el pensamiento: “la forma sigue a la función” (De La Rosa, 2012, p.42) de Henri Sullivan, se convierte en el eje central de esta corriente. Esto supone el nacimiento de una nueva forma de hacer arquitectura, siendo posible definirlo como un movimiento que busca soluciones siempre distintas, actuando así de manera distinta a otros estilos o corrientes que ofrecían soluciones ya pensadas, empleando los nuevos materiales como el vidrio, el acero, el hierro y el hormigón armado; que proporcionaban la capacidad de nuevas formas de proyectar en arquitectura. Se puede definir también, como el conjunto de tendencias vanguardista que surgieron entre 1920 y 1939. Vivian Mas (2007) sugiere que “el movimiento moderno no es el resultado de un proceso lineal, sino el punto donde convergen las diferentes tendencias o corrientes que se formaron (…) durante la primera mitad del siglo XX (…) para crear una arquitectura rica y diversa en cuanto a forma, espacio y tecnología” (p.2). En una de sus obras Héctor Paredes (2014) indica que “al iniciar el siglo XX, los profundos cambios económicos, sociales y tecnológicos de finales del siglo XIX , además del crecimiento de las ciudades europeas después de los conflictos bélicos que sufren, propiciaron la gestación de nuevas ideas de urbanismo y arquitectura” (p.22). Europa pasa por un periodo de crisis social en oposición a las monarquías gobernantes, y al mismo tiempo estaba sumergida en una crisis económica. Estados Unidos se convierte en una potencia económica e industrial. Todo el mundo industrial está marcado por un crecimiento acelerado de las ciudades, lo que generó malas condiciones laborales, sobre población y como consecuencia dejando parte de la población en situaciones de pobreza extrema. En el primer cuarto del siglo XX, luego de un periodo de revoluciones, conflictos políticos, sociales y la Gran Guerra, hubo también una revolución en el pensamiento de las artes y la arquitectura, dentro de las cuales las más importantes y de mayor influencia fueron la Bauhaus en Alemania, el constructivismo en Rusia, el futurismo en Italia, el abstractismo formal (De Stijl) en Holanda y el racionalismo en Francia. Estos movimientos estaban definidos por una serie de valores fundamentales, expresados en manifiestos y principios que, de manera general, planteaban:  El cuestionamiento de los valores del pasado.

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