Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
20 En la Edad Media, en Europa, Valencia, creó una red de asilos específicos para ayudar al infante, llamados como Limosna de Maridar o Casar Huerphanas, bajo responsabilidad de la iglesia y de los miembros de las congregaciones. Solían destacar al huérfano como una persona particularmente digna de recibir ayuda de sus semejantes, junto con el indigente y el enfermo (Rubio, 1982). Por otro lado, Julio Valdeon menciona que los hospitales en la época medieval desempeñaban una triple función: atendían enfermos; actuaban como asilos, recogiendo a los más necesitados; y funcionaban asimismo como hospederías, pues daban cobijo temporal a peregrinos y viajeros de condición económicamente baja (Valdeon, 2008). La supervivencia del huérfano o expósito lactante requería, en un primer momento, su entrega inmediata a una nodriza, de cuya búsqueda y salario se encargaban entonces los hospitales y las parroquias. En una etapa más avanzada, superada ya la fase de lactancia, la ayuda consistía en la inserción del niño en la sociedad, mediante el aprendizaje de un oficio, para impedir que el ocio, la mendicidad y el vagabundeo, lo condujesen a la delincuencia y a la mala vida. En el caso de la orfandad femenina, la acción caritativa alcanzaba hasta el momento de contraer matrimonio (Rubio, 1982). Como también, se fundó la obra del Padre Dóorfens en Valencia, encargada del cuidado de los niños abandonados. Fundada en el año 1337 y clausurada en 1794, debido a una mala administración (Lorenzo, 2004). A su turno, en 1170, Lamberto de Begues fundó la congregación Beguinas, donde se hospedaban y refugiaban los ermitaños cuando enfermaban o cuando pasaban necesidades; posteriormente, en 1410, San Vicente Ferrer adaptó la casa de los “Beguines” para un fin superior, acoger a niños huérfanos pobres o abandonado, llamándola como la Institución o Colegio de Orfandad, siendo el primer establecimiento u orfanato conocido para la atención específica de los niños. Cabe resaltar, que aparte de ser su objeto esencial el acogimiento de niños huérfanos pobres, también desarrolló una importante misión educativa. El Colegio Imperial es el primero del mundo que impartió a las chicas una formación académica; hasta el siglo XVIII las niñas sólo eran adiestradas en las labores del hogar y preparadas para el matrimonio (Valencia, 2015).
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