Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

11 visión?, ¿está alineado al resto de los objetivos? En el caso de que la respuesta a alguna de las mencionadas interrogantes sea negativa, se deberá replantear el objetivo o directamente descartar. Luego, para cada objetivo estratégico resultará fundamental definir un indicador que permita verificar el cumplimiento del mismo en conjunto con una meta que indique el resultado final esperado. Los indicadores serán utilizados luego para el monitoreo y control de los objetivos y plan estratégico. En esta instancia, atendiendo a lo mencionado anteriormente, la elaboración de un mapa estratégico resultará de gran utilidad. Esta herramienta fue elaborada por Kaplan et al. (1997) y es ampliamente aplicada por las organizaciones hoy en día. Describe la lógica de la estrategia mostrando los objetivos de los procesos internos que crean valor y los activos intangibles necesarios para cumplirlos. Además, es una forma de ayudar a que los colaboradores comprendan la importancia de cada uno de los objetivos y su relación con el fin último de la compañía: Maximizar los ingresos, creando valor para el accionista. Resulta importante a los efectos de la comprensión del mismo presentar una breve descripción de cada una de las perspectivas que conforman el mapa estratégico. La perspectiva financiera refiere a los resultados tangibles en términos financieros (optimización de costos por empleado, maximización de retorno). Sin embargo, las medidas financieras resultan insuficientes para guiar y evaluar la trayectoria de la organización, ya que no reflejan si se ha agregado o destruido valor. Es por este motivo que la información debe complementarse con las demás perspectivas que permiten una visión integral de la estrategia que se ha utilizado para alcanzar estos resultados. En lo que refiere a la perspectiva del cliente, aquí se identifica el cliente objetivo y el sector del mercado donde la empresa ha decidido hacer foco en función a la estrategia. En esta perspectiva se establece de qué forma la organización logrará diferenciarse de su competencia y creará valor. Desde el posicionamiento de RR.HH ., por un lado se encuentran los colaboradores como clientes internos y el negocio como cliente externo. La gestión de los procesos internos permite identificar los procesos en que la organización debe ser sobresaliente. Es decir, aquellos a través de los cuales lleva a cabo su propuesta de valor: atrae y retiene a los clientes objetivo, al mismo tiempo que maximiza la eficiencia de los procesos de forma tal que se disminuyan los costos.

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